Siempre me ha llamado la atención, la facilidad que
tiene una amiga muy querida, para
recoger su cabello, en cuestión de minutos, con un turbante. En una
oportunidad, le tomé la basta a un vestido largo, al que le había recortado una
buena parte, y ambas nos quedamos mirando la pieza de tela sobrante, de hermosos colores y suave
textura. Al momento, me pidió que le elaborara un turbante y, a los días, se
apareció con un modelo para que me guiara en su confección.
Por mi parte, además de estudiar la simplicidad
de la pieza, se me ocurrió revisar
alguna literatura, al respecto, para no perder la costumbre de la curiosidad
por la investigación. Con la magia del teclado, mi laptop, de nuevo, me regaló infinidad
de ideas; así, descubrí el origen asiático de este tipo de tocado y del orgullo
con que era usado por los antiguos árabes.
Sin irnos tan lejos, en Pinterest https://www.pinterest.es/explore/como-hacer-turbantes/?lp=true, encontré muchos
modelos bellísimos, muy apropiados para cualquier ocasión. A mí, personalmente, me
gustó uno que encontré en el blog Mamá
Creativa, por lo práctico de su uso y lo fácil de su confección, ya que se trata de un turbante para salir de
la ducha, una vez que se ha lavado el cabello. Se puede encontrar en este
enlace: https://youtu.be/-lkvLG111pw?t=2.
Mi amiga colocándose su turbante |
De este bello vestido, se tomó la tela para el turbante |
En nuestras líneas, al detallar las secuencias de
las fotografías añadidas, se puede observar, además del semblante sereno de mi
amiga, la forma cómo se va colocando su turbante…ah, también aprovecho este espacio para mostrar el bello vestido, de donde sacamos la tela utilizada.
Gracias, amiga, por darme nuevas ideas, por
compartir proyectos y por las ricas conversaciones, mientras "arreglamos el mundo".
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