domingo, 31 de diciembre de 2017

El Tu tú, para las nenas de la casa

Detalle de las estrellitas
Las dos amiguitas
 Al finalizar el año escolar y a pocos días de comenzar la Navidad, mi vecina del frente me preguntó si le podía elaborar un tu tú para su nena, de seis añitos, ya que debía vestirla para un acto en el colegio. Coser y adornar la faldita fueron dos experiencias encantadoras, porque hacía mucho tiempo que me había desligado de ese tipo de costura. Al terminar el trabajo, lo maravilloso fue  ver la carita feliz de la niña y su gran sonrisa. Mi amiga preguntó si podía dar mis datos al resto de las madres del salón y, con ese detalle tan suyo, organicé mi tiempo para confeccionar más falditas de bailarina.
Estas falditas, sencillas de crear, se pueden hacer cosidas; para ello, se dobla el tul en cuatro capas o más (dependiendo del volumen deseado) y se corta la tela. Se le hace una costura en la parte doblada y se añade el elástico, del tamaño apropiado para la cintura, con un imperdible o un ganchito de cabello. Al terminar, se separan las capitas de tela, alrededor de la cintura, para darle volumen.
También se pueden confeccionar sin costura y quedan muy  lindas. Para el proceso de su elaboración, el siguiente enlace puede dar una idea de lo fácil que puede resultar https://www.youtube.com/watch?v=eJsjx9G2H2c. De todos modos, consiste en una labor para quien le guste la costura y las manualidades.
Al cerrar estas líneas, tuve curiosidad por conocer de dónde procedía esa indumentaria, cuya definición clásica es: “falda de tejido vaporoso y transparente usada por las bailarinas de ballet”, tan usada por niñas y no tan niñas...y encontré la Historia del tutú. Si les ocurre lo mismo, no duden en seguir este enlace y les llamará la atención su bello contenido: https://culturacolectiva.com/historia/las-capas-en-la-historia-del-tutu/
Por nuestra parte, solo queremos añadir que, así como las bailarinas parecen no tocar el suelo, tan ágiles y serenas, de la misma forma, nosotros estamos invitados a elevarnos como ellas, sin detenernos en el piso que ya no nos sostiene. Recordemos que el éxito no llega solo, pero está allí donde podemos encontrarlo...así que “a danzar al ritmo positivo de la vida”.

sábado, 30 de diciembre de 2017

El uso del turbante

Siempre me ha llamado la atención, la facilidad que tiene una amiga muy querida,  para recoger su cabello, en cuestión de minutos, con un turbante. En una oportunidad, le tomé la basta a un vestido largo, al que le había recortado una buena parte, y ambas nos quedamos mirando la pieza de tela sobrante, de hermosos colores y suave textura. Al momento, me pidió que le elaborara un turbante y, a los días, se apareció con un modelo para que me guiara en su confección.

Por mi parte, además de estudiar la simplicidad de  la pieza, se me ocurrió revisar alguna literatura, al respecto, para no perder la costumbre de la curiosidad por la investigación. Con la magia del teclado, mi laptop, de nuevo, me regaló infinidad de ideas; así, descubrí el origen asiático de este tipo de tocado y del orgullo con que era usado por los antiguos árabes.

Sin irnos tan lejos, en Pinterest https://www.pinterest.es/explore/como-hacer-turbantes/?lp=true, encontré  muchos modelos bellísimos, muy apropiados para cualquier ocasión. A mí, personalmente, me gustó uno que encontré en el blog Mamá Creativa, por lo práctico de su uso y lo fácil de su confección,  ya que se trata de un turbante para salir de la ducha, una vez que se ha lavado el cabello. Se puede encontrar en este enlace: https://youtu.be/-lkvLG111pw?t=2.

Mi amiga colocándose
 su turbante
De este bello vestido, se tomó
 la tela para el turbante
En nuestras líneas, al detallar las secuencias de las fotografías añadidas, se puede observar, además del semblante sereno de mi amiga, la forma cómo se va colocando su turbante…ah, también aprovecho este espacio para mostrar el bello vestido, de donde sacamos la tela utilizada.


Gracias, amiga, por darme nuevas ideas, por compartir proyectos y por las ricas conversaciones, mientras "arreglamos el mundo".

viernes, 29 de diciembre de 2017

Pijamas en Navidad


Cuando leímos, en el chat familiar del Whatssapp, a casi dos semanas para la Navidad, que mis hijos planificaban una “pijamada” con la finalidad de celebrar la calidez de esa fecha, no supe si reírme de la ocurrencia o llorar, porque me habían escogido para confeccionar todos los pantalones, para un total de dos niños, una adolescente, dos parejas …y yo, que no suelo usar pantalones: ¡ocho piezas en un tiempo record!
De las hermosas franelas personificadas, no había problemas, porque las habían encargado; pero, para obtener el resto de las piezas (los pantalones), había que comenzar a investigar acerca de modelos y metraje requerido para la compra de las telas. Ni modo, hoy día todo lo soluciona el internet. En seguida, miles de patrones llegaron hasta la pantalla de mi laptop, desde páginas especiales de otros aficionados a uno de mis entretenimientos favoritos, la costura.
Confeccionar un pantalón de pijama no es difícil; lo importante es saber tipo de tela y cantidad que se debe comprar. Cuando no se tiene oportunidad de tomar las medidas de todos los participantes, se pueden hacer los patrones con un modelo de pantalón o un pijama usado. Al final, el elástico le da el fruncido requerido a la pieza y, como arte de magia, ante los ojos, van apareciendo cada uno de los ocho pantalones. Trabajo arduo, a lo largo de dos días y medio; sin embargo, a Dios gracias, la experiencia va ayudando; porque, en la primera prueba (de los que pudieron hacerla, en tan poco tiempo, por supuesto) todo perfecto, con algún detalle fácil de solventar.
 Ahora que han transcurrido algunos días, desde aquel encuentro familiar, tuvimos la curiosidad de conocer esa costumbre tan extraña, que llegaba a nuestro hogar y, pues, vimos mucho material con esa temática: artistas, amigos y conocidos subían sus fotos en su traje de “noche” e, incluso, grandes casas de diseño tenían su negocio de pijamas para Navidad. Cuando nos vimos todos vestidos con las pijamas, pensé que los niños jamás olvidarían estas Navidades y, lo certifico,…¡los adultos tampoco!

miércoles, 27 de diciembre de 2017

El apoyo de las amistades

A más de un año, en Panamá, hemos encontrado excelentes amistades; pero, una de las personas que ha dado nuevo impulso a las Costuritas Luli, es la dueña de “Inversiones Joangel”. Al conocerla, nos hemos dado cuenta del gran esfuerzo que ha realizado, para mantener en alto sus ventas, en una dura y desconocida economía, para mantener a sus hijos.
Con la invitación de su carismática alegría y gran solidaridad, hemos elaborado fundas para las camillas de los salones de belleza. Cuando sus clientes satisfechos le agradecen el trabajo realizado, ella no duda en que vale la pena seguir adelante y sigue esmerándose, en la visita de cuanta peluquería o atelier consigue por las plazas de la ciudad.
Para que la costura de unas fundas o sábanas queden bonitas y fuertes, se utiliza la llamada “costura ciega o costura francesa”. Las piezas de tela se cosen por el derecho a medio centímetro aproximadamente y, luego, al voltear la tela por el revés, se vuelve a pasar costura, a un centímetro. De esta manera, no hay que hilvanar por dentro y el trabajo queda muy bonito. De todos modos, lo importante es tomar bien las medidas y organizar patrones con papel, así, solamente debemos trazar algunas líneas diferentes, si las camillas lo ameritan.
Éxitos a mi amiga y gracias por confiar en nuestras puntadas y en nuestros conocimientos de costura. Los retos compartidos son más fácil de alcanzar…

Reinventando la vida

Costuritas del Taller de Luli
Cuando nos vemos obligados a cambiar nuestras vidas y dejar querencias, por diferentes circunstancias del destino, quizá quede, en la memoria, la nostalgia por los días, los amigos, el terruño y los espacios que creernos haber perdido. Sin embargo, !qué diferencia! cuando nos atrevemos a surfear las olas del nuevo mar a donde nos ha traído el destino e intentamos reinventar los días por venir. 
Esta reflexión, además de catarsis personal, es una invitación a seguir adelante y a triunfar en nuevos roles, lejos de la patria amada. Nuevo lar nos cobija y, agradecidos, comenzamos un camino diferente, lleno de retos y expectativas, ricos en experiencias y aprendizaje. 
En Venezuela, la Academia y, en Panamá, "Costuritas de Luli"; en cuanto a la selección de este nombre, primeramente, por las enseñanzas de modistería, recibidas en el hogar y, en segundo lugar, "Luli", porque es el nombre obsequiado  por dos bellos Ángeles de mi vida: mis nietos Gabriel y Emma. Así, pues, que desde el momento inicial cuando decidimos iniciar otro rumbo, no lo pensamos dos veces y, ahora, vivimos rodeados de hilos, tijeras, telas de todos los colores y diseños, patrones y la sonrisa agradecida de quienes han apreciado nuestro trabajo de arreglos y elaboración de prendas de vestir. 
Con lo anterior, solamente queremos reafirmar que el éxito está tan cerca como queramos,  y lograrlo es cuestión de actitud. Sigamos adelante, vivamos el presente y seamos agradecidos con las bondades de nuestra nueva actividad en el "Taller de Luli". 
 Para cerrar estas líneas que pretenden Ser guía del derrotero de este blog,
no olvidemos: !A Reiverarse y  a ser, auténticamente, triunfadores y felices!